El Templo de Dios tuvo diferentes formas sobre el tiempo mientras Dios seguía cumpliendo sus propósitos por medio de él. En diferentes momentos el templo fue una muestra impresionante de la gloria de Dios, o una ruina que representaba también la ruina espiritual del pueblo de Dios.
Jesús advertió que el templo iba a ser destruído por completo (Marcos 13:2), y Dios no tardó nada en cumplir su profecía. En la historia, sabemos que el templo que Jesús se refería, fue aplastado por los romanos en el año 70 d.C. Eso fue parte del plan de Dios de finalizar el cambio de reglas, de abandonar el sistema de sacrificios y mandamentos de Moisés en favor al nuevo sistema, seguir a Jesús.
Pero el templo de Dios no dejó de existir. De hecho, Dios se salió del templo en el mismo momento que Jesús murió en la cruz, demostrado en como se rompió la cortina del templo (Mateo 27:51) que separaba al lugar Santo del lugar Santísimo, donde solamente un sacerdote podría ir solamente una vez al año para encontrarse con Dios. Ahora, todo el mundo iba a tener la oportunidad de conocer a Dios, por medio de su hijo, Jesús.
La verdad es que el templo que era el cuerpo de Jesús (Juan 2:21) también fue derrumbado. Pero la diferencia entre ése templo de carne y el otro de piedra, es que el templo de Jesús fue levantado de nuevo (Juan 2:19-22), mientras el templo de piedra Dios NUNCA ha dejado que fuera levantado de nuevo. De hecho, han pasado 2,000 años y sigue destruído el templo de piedra, y hasta los muselmanes han construído un edificio sacrilégico sobre el mismo lugar.
El Cuerpo de Jesús
Jesús se llevó a su carne c0nsigo mismo al cielo (Hechos 1:9) pero dejó a su cuerpo aquí en la tierra en otra forma: la iglesia. Los discípulos de Jesús forman desde entonces y ahora su cuerpo aquí en la tierra: “Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia” - Colosenses 1:18. ¡Pero los discípulos de Jesús además forman el mismísimo Templo de Dios hoy en la tierra! El templo es donde habita el Espíritu Santo. Cuando una persona se hace discípulo de Jesús, al momento de bautizarse recibe este mismo Espíritu (Hechos 2:38). Así que individualmente nuestro cuerpo es templo de Dios (1 Corintios 6:19) y todos los discípulos juntos formamos el cuerpo de Jesús y así el templo de Dios ahora aquí en la tierra. Impresionante, ¿No?
El Templo de Dios = El Cuerpo de Jesús = La Iglesia = El Cuerpo de Los Discípulos de Jesús = El Lugar Donde Habita el Espíritu Santo ( y también = El Reino de Dios)
Así que es con mucha razón que Dios nos pide ser apasionados no solo en tratar a nuestro cuerpo con santidad, sino también in construir a su Reino, que es la iglesia, y como vemos ahora, su Templo hoy en día. Eso va cien por ciento de acuerdo con el mandato y misión de Jesús para todos nosotros hoy: Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos, y enseñandoles a obedecer todo lo que Jesús mandó hacer. (Mateo 28:18-20)
Y la iglesia dijo, ¡Amen!